Finalizó el Mundial con un nuevo y justo campeón: España. Con su poderío futbolístico, su capacidad y posesión de la pelota ha demostrado ser el mejor equipo en un torneo donde abundaban (y aburrían) los planteos cautelosos, las especulaciones y la espera del error del rival para poder desnivelar.
El seleccionado de Vicente del Bosque contó con un arquero confiable como Iker Casillas, que fue secundado con una defensa impasable conformada por Sergio Ramos, firme en la marca y seguro en la proyección para irse al ataque, no solo por su carril sino a la hora de ir a cabecear al arco contrario. Tuvo dos marcadores centrales muy seguros como Piqué y Puyol que cada vez se entienden mejor y en el otro lateral Joan Capdevila mostrando un buen manejo de pelota por su sector.
En todo el Mundial apenas recibió dos tantos. Demostración de seguridad , confiabilidad y trabajo de muchos años.
El mediocampo contó con Xabi Alonso seguro con los pies al igual que Sergio Busquets y el buen juego que le aportan Andrés Iniesta, el cerebro del equipo junto a Xavi, que juegan de memoria tanto en el Barcelona como en su seleccionado y desde ahí tejen cada ataque, desde sus finísimos pies.
En la delantera tuvo a un David Villa intratable. Con sus cinco anotaciones ha sido importante en la definición de cada partido. Le faltó algo de compañía ya que el Niño Torres fue la decepción, Pedro y Jesús Navas no terminaron de afianzarse como titulares pero dejaron su aporte importante dentro del equipo.
España finalmente pudo coronarse Campeón del Mundo y terminar con la leyenda. Dejó de ser ese candidato que en cada Mundial terminaba defraudando. Dejó de ser solamente la "Furia española" y entendió que para ser campeón hay que jugar bien, porque a la larga los que juegan bien son los que triunfan. Salud España!!!
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