
Que descender de categoría es dramático en el fútbol argentino no es una novedad. Sin embargo los hinchas de Rosario Central desataron su ira destrozando las butacas de su propio estadio y más tarde cuando fueron a la casa del ahora ex presidente Usandizaga para exigirle la renuncia el domingo pasado cuando su equipo caía sin atenuantes ante un ordenado All Boys que ascendía al fútbol grande de la Argentina luego de 30 años de ausencia.
Muchos dirán que estos actos son violentos sin ninguna justificación, que no debería pasar, que es una vergüenza y muchas cosas más. ¿Alguno se habrá preguntado si es justo el sistema de las promociones? ¿Es justo que clubes como Central y Gimnasia deban poner en juego su plaza en primera división ante equipos del ascenso que tienen varias oportundidades de ascender? ¿Hasta cuándo se disputarán los torneos con los promedios? ¿Es justo que los jugadores actuales de un plantel paguen los platos rotos de malas campañas anteriores? ¿ Es fácil para un equipo recién ascendido mantenerse en primera con el promedio de un solo torneo? Sería conveniente para el fútbol argentino una nueva reestructuración y organización de sus campeonatos, que se elimine el sistema de promociones y promedios si es que no se quieren ver más actos de violencia y vandalismo como pasó en Rosario. De lo contrario el fútbol seguirá desangrando. Y porque no cobrándose víctimas.